There are pieces that decorate and pieces that mark category. The Tranquilo 20 inches belongs to the latter: half a meter of resin and fiberglass hand-worked, sealed with premium grade automotive paint and numbered in ultra-limited runs. Each copy arrives signed by the artist and accompanied by its certificate: your guarantee of authenticity and-above all-of future value.
Those who collect “Tranquilos” know that there are other scales. The 12 inches versions were the first to fly: the yellow “OG” and the yellow “REST” are completely sold-out and appear, at a premium, only in private auctions. Of the yellow 12 inches “EDGE” there are only a few units left, which will soon share the same fate. At the other extreme, the 40 inches and 60 inches formats are only offered on request: monumental pieces reserved for hotel lobbies, galleries or large-format corporate collections. Between the rarity of the small ones and the exclusivity of the giants, the 20 inches Tranquilo has become the ideal choice: imposing enough to dominate a coffee table or a museum niche, but restrained enough to integrate into any home or design studio.
The range maintains its four iconic postures: “OG,” the classic with can in hand; “REST,” pure abandon and reclining calm; “EDGE,” that playful balance that peeks out from the ledge; and “MELLOW”, total contemplation looking up at the sky. All available in the iconic solar yellow or in very short chromatic series-red, blue, green, black-which sell out in presale and multiply in price on the secondary market.
Why half a meter? Because its scale enhances every curve and turns any room into a “Where did you get that?” conversation. The answer matters: when production runs out, only resale will remain. Buying a Tranquilo is not an expense; it is securing an emblematic piece of the contemporary Latin American art-toy wave. Its street origin dialogues with global street-art, while its exquisite workmanship competes with gallery sculpture-that mix of rebelliousness and fine-art that has already seduced curators and art funds.
The official store releases limited quotas per posture and color. Secure payment, shipping in padded wooden box and global tracking. Before this run vanishes, decide where to place it: perhaps illuminated by a spot in your studio or kept as an investment under lock and key. The essential thing is not to miss the opportunity. Click, choose your number and let 20 inches of calm become the next jewel in your collection.
TRANQUILO 50 CM: la edición que todo coleccionista querrá en su vitrina
Hay piezas que decoran y piezas que marcan categoría. El “Tranquilo de 50 cm” pertenece a la segunda: medio metro de resina y fibra de vidrio trabajadas a mano, selladas con pintura automotriz de grado premium y numeradas en tirajes ultra-limitados. Cada ejemplar llega firmado por el artista y acompañado de su certificado: tu garantía de autenticidad y—sobre todo—de valorización futura.
Quien colecciona “Tranquilos” sabe que existen otras escalas. Las versiones de 30 cm fueron las primeras en volar: el “OG” amarillo y el “REST” amarillo están totalmente sold-out y aparecen, con sobreprecio, solo en subastas privadas. Del “EDGE” amarillo de 30 cm quedan contadas unidades que pronto compartirán el mismo destino. En el extremo opuesto, los formatos 100 cm y 150 cm se ofrecen únicamente por encargo: piezas monumentales reservadas para lobbies de hotel, galerías o colecciones corporativas de gran formato. Entre la rareza de los pequeños y la exclusividad de los gigantes, el Tranquilo de medio metro se ha convertido en la opción ideal: lo bastante imponente para dominar una mesa de centro o un nicho museográfico, pero lo suficientemente contenido para integrarse a cualquier hogar o estudio de diseño.
La gama mantiene sus cuatro posturas icónicas: “OG”, el clásico con lata en mano; “REST”, puro abandono y calma reclinada; “EDGE”, ese equilibrio juguetón que se asoma desde la repisa; y “MELLOW”, contemplación total mirando al cielo. Todos disponibles en el emblemático amarillo solar o en series cromáticas brevísimas—rojo, azul, verde, negro—que se agotan en preventa y multiplican su precio en el mercado secundario.
¿Por qué medio metro? Porque su escala realza cada curva y convierte cualquier estancia en conversación obligada: “¿Dónde conseguiste eso?”. La respuesta importa: cuando la producción se agote, solo quedará la reventa. Comprar un Tranquilo no es un gasto; es asegurar una pieza emblemática de la ola art-toy latinoamericana contemporánea. Su origen callejero dialoga con el street-art global, mientras su factura exquisita compite con escultura de galería—aquella mezcla de rebeldía y fine-art que ya sedujo a curadores y fondos de arte.
La tienda oficial libera cupos limitados por postura y color. Pago seguro, envío en caja de madera acolchada y seguimiento global. Antes de que esta tirada se esfume, decide dónde colocarlo: tal vez iluminado por un spot en tu estudio o guardado como inversión bajo llave. Lo esencial es no perder la oportunidad. Haz clic, elige tu número y permite que 50 centímetros de calma se conviertan en la próxima joya de tu colección.
